domingo, 4 de octubre de 2015

Solo en las dictaduras se usa a los fiscales y jueces para perseguir a los opositores

Javier Duarte continúa la persecución política en mi contra y por esa vía persigue también a millones de veracruzanos que nos oponemos a su mal gobierno.

 

Amenaza a sus opositores con meternos a la cárcel, pensando que así detendrá la enorme ola de rechazo que ya tiene encima y no puede eludir.

 

Duarte quiere meterle miedo a la gente, para que no se exprese, para que no demande, para que no reclame, para que calle frente a la crisis, para que no proteste por la brutal corrupción de su gobierno.

 

Pero no lo ha logrado, y ahí están ya protestando en las calles maestros, campesinos, obreros, empleados públicos, jubilados, empresarios, jovenes, mujeres, universitarios, madres de desaparecidos, periodistas que condenan el asesinato de sus compañeros: todos demandando justicia y Duarte ni los ve ni los oye; no le importa Veracruz.

 

Voces fuertes de personajes de su propio partido han expresado ya su compromiso de proceder legalmente contra quienes –encabezados por él- saquearon a nuestro Estado y quieren irse con las bolsas llenas y vacios de responsabilidad.

 

Frente a éstos señalamientos sus reacciones son cercanas a la esquizofrenia y no constituyen un buen augurio para Veracruz.

 

Su afan de quitarme de la Presidencia Municipal de Boca del Rio y llevarme a una cárcel forma parte de ese actuar irracional que debe preocuparnos a todos.

 

 

En Boca del Rio hemos hecho un gobierno ejemplar.

 

A diferencia del gobierno de Duarte no debemos ni un peso, seguimos hacienda obra pública y obra social, mantenemos contacto diario con los ciudadanos, los escuchamos y atendemos.

 

También a diferencia del gobierno duartista en el nuestro no ha habido, no hay, ni habrá corrupción. 

 

Así fue también en mi primera gestión como alcalde. 

 

Entonces, como ahora, se aprobaron sin ninguna objeción las cuentas públicas de mi administración, porque manejamos con honestidad y transparencia los recursos de los ciudadanos.

 

 

 

 

 

Nunca en mi vida he cometido un hecho ilícito. 

 

Soy un hombre que se ha dedicado a trabajar, a vivir una vida sana y a formar una familia integrada a la gran familia veracruzana.

 

Me siento muy satisfecho del cariño que me tiene la gente; he tratado de ganármelo sirviendo sin condiciones.

 

Siempre podré caminar por Veracruz con la frente en alto, y mi esposa, mis hijas y mi hijo podrán sentirse orgullosos de mí.

 

Duarte no podrá caminar entre la gente ni ver de frente a sus hijos.

 

A mi podrá quitarme la Presidencia Municipal y tratar de meterme a la cárcel por un delito que no cometí.

 

Pero a él, a Duarte, ya lo juzgó la historia, ya lo juzgamos los veracruzanos: todo el pueblo lo dice: Duarte llevó a Veracruz al desastre.

 

Falta todavía la aplicación de la Ley que pronto llegará, sea quien sea su sucesor; todos –todos sin excepción- quienes aspiran a ocupar su cargo se han comprometido ya a proceder contra los culpables del saqueo y el desastre, empezando por él.

 

El viernes por la noche fuera de horario de oficina entregaron en el Palacio Municipal de Boca del Rio éste citatorio.

 

Tiene más prisa por desaforarme que por resolver los gravísimos problemas que vive Veracruz.

 

Hay miles y miles de denuncias que nunca han sido atendidas. 

 

La que  Duarte ordenó presentar en mi contra tiene el caracter de urgente, urgentísima diría yo.

 

Porque le urge verme en la carcel, no quiere que continuemos trabajando en beneficio de Boca del Rio y de Veracruz porque es muy fuerte el contraste entre su gobierno y el nuestro.

 

Acudiré en el momento debido ante la Fiscalía de Duarte para cumplir mi obligación legal y para  tratar de hacer valer mis derechos, aunque se que todo está decidido y que es un montaje para desaforarme y encarcelarme; no soy ingenuo.

 

 

 

 

 

 

 

Esta Fiscalía que hoy busca quitarme mi libertad por una denuncia basada en fantasías, es la misma que hace unas cuantas semanas declaró inocentes a los funcionarios duartistas acusados por la Auditoría Superior de la Federación de desviar mas de 5 mil millones de pesos de fondos federales para salud, educación y seguridad pública.

 

Esa es su “fuerza moral” y su “autonomía”.

 

No están para hacer justicia; están para encubrir a sus cómplices y para perseguir a los opositores.

 

Me defenderé ante la justicia federal y Duarte no solo quedará en ridículo, sino también tendrá que pagar las consecuencias legales del montaje.

 

 

Ese es el gobierno que tenemos hoy los veracruzanos.

 

Lo encabeza un émulo de Francisco Franco, de Augusto Pinochet y de Nicolás Maduro; Duarte, al igual que éstos dictadores usa a los fiscales y jueces para perseguir a sus adversarios politicos.

 

Hoy lo reitero con más énfasis y convicción quenunca: a los Yunes, Duarte no nos va a doblegar.

 

¡YA FALTA MENOS!

1 comentario:

  1. Es correcto lic. Miguel Ángel Yunes estamos con usted y sin duda lo apoyamos salgamos a pedir firmas para q encarcelen a esta banda d ladrones

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